viernes, 29 de mayo de 2009

Presiones de EE.UU.

Representantes de la embajada se reunieron con Alberto Pizango y los dirigentes de Aidesep. En provincias, la lucha continúa.


La junta directiva nacional de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) se reunió ayer con dos asesores políticos de la Embajada de los Estados Unidos en el Perú y ratificaron su exigencia de que sean derogados los nueve decretos legislativos antiamazónicos.


Voceros de Aidesep dijeron a LA PRIMERA que los asesores políticos Peter Harving y Jessica Huaracayo solicitaron el encuentro con el presidente de Aidesep, Alberto Pizango, y la dirigencia indígena para conocer los pormenores de la protesta amazónica que lleva casi dos meses.


La gestión fue precedida por declaraciones de la ministra de Comercio Exterior, Mercedes Aráoz, en el sentido que el Departamento (Ministerio) de Comercio de Estados Unidos le ha expresado preocupación por la situación del Tratado de Libre Comercio bilateral, que según el gobierno se vería severamente afectado si fueran derogados los decretos, parte de un paquete legislativo dictado por el gobierno para atender los requerimientos del TLC.


Mientras tanto, la protesta indígena sigue vigorosa y recibe muestras de solidaridad de diversas regiones. En la Plaza Francia de Lima, por ejemplo, diversas organizaciones sociales manifestarán hoy, a partir de las tres de la tarde, su apoyo a la lucha de las comunidades selváticas.


Movilización nacional


En la provincia de Utcubamba (Amazonas), la carretera “Fernando Belaunde Terry”, sector estratégico que enlaza las ciudades de Chiclayo y Piura con las regiones Amazonas y San Martín, sigue bloqueada por casi 3 mil nativos awajun-wampis y por ronderos cajamarquinos.


En la ciudad de Jaén (Cajamarca), profesores del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación (Sutep) y pobladores del Frente de Defensa de Jaén marcharon para exigir la derogatoria de los decretos antiamazónicos y el cese de la persecución política contra los amazónicos.


La Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas-San Lorenzo, el Frente de Defensa de El Datem del Marañón y la Organización Regional de los Pueblos Awajun de Manseriche, se solidarizaron con sus dirigentes nacionales y denunciaron una campaña de calumnias contra su líder Pizango, promovida por una organización afín a las empresas petroleras.


Video:


En el video la Ministra de Justicia, Rosario Fernandez, habla sobre los problemas que hay en la selva peruana y que es lo que puede causar al TLC firmado entre Perú con EE.UU.



Presente y perspectivas de la relación comercial Perú-EE.UU.

Mercedes Araoz, Ministra de Comercio Exterior y Turismo del Perú:


Los países pueden abrir sus mercados de manera unilateral o mediante un enfoque negociado - multilateral o bilateral-. Si bien la teoría económica tradicional resalta la vía unilateral como la más eficiente frente a una negociada, esto implica una serie de supuestos difíciles de encontrar en un mundo altamente globalizado y competitivo, por lo que el enfoque negociado se convierte en la opción más factible.


El plan estratégico del Perú

La visión que un país adopte en materia comercial pasa, necesariamente, por tener un respaldo político sobre cómo integrarnos al mundo. Así, el Perú tuvo un plan estratégico en materia comercial que los actores políticos consensuaron en el Acuerdo Nacional. Específicamente, la Política 22 de éste -que dispone como Política de Estado la apertura de mercados con reciprocidad- es la base social de una práctica hoy sostenida en el Estado peruano. Esto ha estado permitiendo que el Perú esté logrando la apertura de los mercados más importantes del mundo.


Dicho consenso político, al que se suma la creación del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) en 2002, fue pieza fundamental para promover una ambiciosa agenda de negociaciones. La priorización del comercio exterior en la agenda nacional, a la vez de conducir con éxito el proceso técnico de negociación del Acuerdo de Promoción Comercial Perú- Estados Unidos (TLC Perú-EE.UU.), permitió dar paso a la actual etapa, en la que el Perú tiene una agenda comercial diversa y asegurada en el largo plazo. Hoy, además de los antiguos compromisos con la Comunidad Andina, Mercosur, México y Chile (ampliado en 2009), el Perú tiene vigente el TLC Perú-EEUU, y está próximo a concretar acuerdos comerciales con Canadá, Singapur, China y Tailandia. Este año además está negociando con Corea del Sur, Japón y la Unión Europea.


Asimismo, participamos activamente en otros foros como la OMC y el Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC). En tal sentido, estamos convencidos de las ganancias de la negociación multilateral aunque este es un proceso lento y en donde el equilibrio depende de otros actores. El Perú contribuye decididamente al proceso multilateral porque considera que un resultado ambicioso de la Ronda Doha es el complemento de los acuerdos bilaterales, principalmente en algunos temas cuyos resultados en Doha asegurarían un real y leal acceso a los mercados de bienes y servicios.


Paralelamente, la activa agenda negociadora ha sido complementada con un minucioso trabajo orientado a facilitar el comercio y a desarrollar una oferta exportable diversificada ligada a la demanda de los principales mercados de destino. Es así que se elaboró el Plan Estratégico Nacional de Exportaciones (PENX), el cual aterriza en la identificación de planes operativos de sectores, productos y mercados.


Este trabajo se ha traducido positivamente en el aumento continuado de nuestras exportaciones por más de 80 meses. El intercambio comercial pasó de US$ 14 mil millones en 2001 a US$ 61 mil millones en 2008. Es destacable además la diversificación de las exportaciones peruanas. Así, las exportaciones de productos no tradicionales crecieron a tasas superiores del 20% entre 2001-2008 en productos tales como textiles, artesanía, maderas, etc. La exportación de servicios también muestra resultados importantes, resaltando el posicionamiento que la gastronomía peruana está registrando en mercados foráneos. De esta manera se consolida una marca país que proyecta una imagen positiva, la de un paí­s que va ganando mercados y que produce con calidad.


Hay que reconocer que este importante crecimiento ocurrió en un contexto internacional favorable. Sin embargo, cabe preguntarnos ¿qué habría ocurrido en este escenario mundial si no tuviéramos TLC? ¿Cuáles serían las oportunidades del Perú si no presentara las condiciones para atraer inversión productiva y generar oportunidades de negocio?


Pese a las dudas que puedan surgir de la conveniencia del TLC en la desaceleración que una crisis financiera provoca, sabemos que la crisis no durará eternamente, como sí el acceso que estamos logrando para nuestros productos en los mercados más grandes del mundo. Nuestra estrategia fue y sigue siendo hoy, una de largo plazo. El Perú, según diversos organismos internacionales, tendría un crecimiento económico de 4% para el presente año. Esto basado en un prudente manejo fiscal y monetario, así como en políticas reformistas de gran impacto al sector real de la economía.


Nuestra relación comercial con los EE.UU.


Respecto al comercio de bienes bajo el TLC con los EE.UU., alrededor del 100% de las líneas arancelarias ingresarán con arancel cero al mercado estadounidense. Del mismo modo, los productos provenientes del mercado estadounidense y que son particularmente materias primas e insumos, serán adquiridos con arancel cero, permitiendo una reducción de costos para las empresas. Así también, los consumidores peruanos tendrán progresivamente un abanico de alternativas para adquirir más productos, a menores precios y más calidad.


En este Acuerdo también se introducen compromisos que contribuirán a que las micro, pequeñas y medianas empresas del Perú tengan la oportunidad de convertirse en una plataforma de servicios en la región, capaz de atraer actividades que hoy se realizan en los EE.UU. u otros países. Se podrá promover la exportación de servicios desde el Perú hacia los EE.UU. sin la necesidad de que el productor o el consumidor se trasladen a otro mercado.


El proceso de negociación es demandante de muchos recursos, y para ello es fundamental el rol que juega la sociedad civil. Una comunicación directa y constante con los principales involucrados asegura el éxito de cualquier proceso negociador.


Perú trabajó arduamente para culminar el proceso de implementación de este TLC. La tarea involucró una clara voluntad política con un solo objetivo y la articulación de esfuerzos de 180 funcionarios públicos. Esto dio sus frutos en las numerosas reuniones que se sostuvieron a nivel presencial y virtual, y se tradujo en la modernización de parte de la legislación para cumplir con las disposiciones de este Tratado. Por su parte, otras instituciones del gobierno del Perú desarrollaron políticas que si bien no se desprenden directamente de los artículos específicos del Tratado, sí resultan fundamentales para el aprovechamiento del Acuerdo, pues se generaron mecanismos que facilitan el comercio y la inversión en el Perú. Así encontramos importantes reformas en el ámbito productivo para la modernización del aparato gubernamental, entre otras.


Cabe señalar que si bien el proceso de implementación tiene su origen en el TLC, al implicar una reforma integral de la legislación doméstica, sus beneficios terminan volviéndose no discriminatorios para los demás socios comerciales. Esto es importante porque permite al Perú aprovechar mejor las eficiencias de un proceso que empezó siendo negociado pero que termina siendo unilateral.


De esta manera se crea el marco jurídico para promover las inversiones, impulsando la generación de empleo en el mediano plazo. A manera de reflexión podemos mencionar que la implementación fortalece el cumplimiento de nuestra ley, vigila el respeto a la ley ambiental, laboral, de impuestos, y las correspondientes. Asimismo se potencia la previsibilidad en los procedimientos administrativos evitando la aparición de aranceles ocultos, permisos, trámites o demoras que no estén previstos.


La apertura comercial no sólo tiene como implicancia el incremento de las exportaciones con valor agregado, sino que tiene otras ganancias como el fortalecimiento de la transparencia y de las reglas de juego en la economía. Este reto no es sólo legal sino también cultural, aunque su éxito tiene un impacto altamente positivo porque reduce los costos de transacción y de información.


Retos hacia el futuro


¿Qué nos permite el haber completado el proceso de implementación del TLC Peru-EE.UU.? Dado que los compromisos asumidos en acuerdos comerciales con otros países podrí­an ser similares a los ya adoptados con los EE.UU., y que las normas emitidas para implementar este primer acuerdo de libre comercio profundo son, por cierto, de aplicación general y permanente, es probable que no sea necesario modificar normas legales peruanas ni desarrollar un proceso de implementación tan complejo para la mayorí­a de los próximos acuerdos con otros países. Por lo tanto, la apertura de mercados para nuestros exportadores se ha vuelto aún más dinámica. Nuestro compromiso es seguir en esa senda y desarrollar los mecanismos que impulsen nuestras exportaciones.


Uno de los retos inmediatos con motivo de este proceso de apertura de mercados para nuestros productos, será el de asegurar una mayor competitividad para poder afrontar la competencia que implica insertarse con mayor dinamismo en el mundo global. Ello conlleva fortalecerse, mejorar procesos, mirar como competencia los mercados externos.


La empresa privada debe buscar las oportunidades que ofrece el Acuerdo, y tornarse en el motor que nos motive a asumir los beneficios que brinda este Tratado. No obstante, se debe difundir el contenido del Acuerdo y trabajar en temas específicos, como por ejemplo propiedad intelectual, normas y reglamentos técnicos, normas de origen, medidas sanitarias y fitosanitarias, entre otros. Asimismo se deben seguir identificando y eliminando las fallas de mercado que hoy impiden que la empresa grande o pequeña aproveche la apertura.


Recordemos que las preferencias de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (ATPDEA, por sus siglas en inglés) para vender a los EE.UU. sólo fueron usadas en un 30%. Sin embargo, con el TLC, esperamos que su utilización sea mayor pues a diferencia del ATPDEA, no caduca, sino que tiene un horizonte permanente, y además cuenta con un acceso preferencial más amplio. Debemos estar resueltos a convertirnos en un país exportador de calidad e innovación, estilo, tradición y servicio. Por ello promover el desarrollo de clusters productivos es un reto de corto plazo que venimos impulsando.


Finalmente, debe quedar claro que las negociaciones comerciales son tan sólo un instrumento para generar competitividad, empleo de calidad y elevar el bienestar de la población. Los retos mencionados anteriormente deben ir a la par de reformas que promuevan la integración con las zonas rurales a través de la infraestructura física (carreteras, puertos, entre otros). También resulta fundamental trabajar en políticas educativas que permitan incrementar el principal activo de un país que es su capital humano, entregándoles herramientas que le faciliten desenvolverse en lo que el mundo globalizado y competitivo demanda. De esta manera se podrá cruzar la barrera de la pobreza y construir un modelo de desarrollo sostenido en el largo plazo y en el cual todos los ciudadanos se sientan parte. Cuando esto suceda, podré decir que las negociaciones comerciales fueron la semilla que contribuyó a un país mejor.